DeL DEUSO AL ARTE
La obra de este creador se puede definir en su conjunto gracias a dos palabras: Deseo creativo.
Piezas en desuso, máquinas desplazadas por el paso del tiempo y una creatividad desbordante son los mejores aliados de este joven creador. Todo ello unido a la ilusión por dar sentido a todo lo hallado entre sus manos, hacen de su obra una creación original.
La capacidad de David Terceño por encontrar sentido, a sus ojos, inherente y poco convencional en el hierro oxidado, en la madera carcomida, … es inagotable.
El material que más despierta su deseo creativo es el hierro, esencia de la revolución que cambió el mundo. A menudo podemos percibir cómo un tubo de hierro oxidado, es sometido a la propia revolución creativa e ingenio del artista que lo convierte en un objeto no tan sólo estético y artístico, sino que además adopta la forma de alguna vivencia propia.
La obra de David Terceño es homenaje al paso del tiempo, a la sociedad antepasada. El artista no oculta el paso del tiempo en ninguno de los elementos que trabaja, exhibiéndolos tal como llegan a sus manos.
La formación del artista (técnico superior en gráfica publicitaria y artes plásticas) es evidente en todas y cada una de sus obras.
La comunicación que surge entre la obra y el espectador es nítida, otorgándose sentido gracias a la elocuencia con la que el artista impregna sus composiciones, siempre acompañadas de títulos que dejan entrever el sentido del humor que caracteriza la personalidad de Terceño.
El artista pone a nuestro alcance una nueva y enriquecedora perspectiva, descubriéndonos una segunda lectura del pasado.
Cuando a una pieza se le suman otras como si de un puzle se tratara, somos testimonios de una historia de principio a fin.
El mercadeo en que se basa la productividad de David Terceño nos descubre como el artista crea paso tras paso buscando complementos, materias primas… En los lugares en los que la sociedad deja perder el pasado (mercadillos, etc.). Da paso a un mundo lleno de formas familiares creadas a partir de piezas que han caído en el olvido, piezas inútiles a ojos de la sociedad que nos rodea, llenas de vida para este artista.
Hierros, fotografías, billetes de tranvía, figuras decorativas de materiales insospechados,… todo en conjunto recrea nuestra historia en manos de este creador.
Gracias a la serie Bichos nos descubre un “micro-universo” inmenso, reinventando la naturaleza misma. Con la serie Cajas nos cuenta una historia llena de páginas abiertas, entretenidas gracias a la imaginación del artista. Cada pieza es una letra, sumándose a otras: la palabra… en su totalidad una historia.
Nos sorprende, más aún si cabe, con la serie de historietas que encajan en cajones de tipos móviles de plomo (elemento presente en la obra del artista) de antiguas imprentas… cada compartimento se asemeja a una viñeta, parte de un cuento, un recuerdo, un objeto rescatado, contextualizado, siempre en el universo personal del artista. En estas obras se insinúan reminiscencias de la historia del cómic en cuanto a composición, no son necesarios hilos conductores, la continuidad de la historia es innata a la colocación de todos y cada uno de los elementos. El artista parece servirse de la intuición para atraer la atención del público.
El detallismo delata la perfección a la que somete el artista todos y cada uno de los elementos que pasan por sus manos, manos para nada temerosas ante los materiales más diversos: hierro, cemento, etc.
De tres elementos surge un Cisne, de la unión de piezas irreconocibles surge un Toro, y de una horma de zapato acordonada con una llave surge un trabajo escultórico que nos recuerda los mejores poemas pictóricos de Joan Brossa.
El deseo creativo de David Terceño Bendel hace que su incursión en el soporte pictórico sea un campo más, un campo abierto a la investigación, a la satisfacción de una ansiedad expresiva que tan sólo amaina gracias al surgir de la obra.
A pesar de todo no deja de ser una experimentación puntual, ya que la verdadera fuerza del artista la encontramos precisamente en la dureza del material, eje de todas sus obras exentas: el hierro…
Bel Font
David Terceño Bendel
Nacido en 1972 en Barcelona,
emigró a Palma de Mallorca cuando tenía un año.
Técnico superior en gráfica publicitaria,
estudios cursados en Barcelona.
Resume su arte en composición y estética.
Ensamblaje de piezas en desuso formando una idea.
Actualmente es artista, diseñador gráfico, impresor,
fotógrafo y rotulista.
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Palma de Mallorca · Islas Baleares · España
Web de interés.
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